martes, 1 de septiembre de 2009

La vergonzosa estampa que nos encontramos en los accesos a la ciudad.


FIN DE HISTORIA:
Muchos socios nos llaman para ver si podemos rescatar a los numerosos animales que vagabundean por nuestras rotondas.
Entre ellos los más difíciles de rescatar, por ser muy asustadizos, son los galgos.
De este grupo logramos rescatar: al macho negro Gaspar, que aún tenemos en acogida, ya recuperado y esperando un hogar; a la galguita blanca de pelo crespo, Aurora, adoptada en Bélgica.
Las otras dos hembras: la más joven desapareció un día y no la hemos vuelto a ver, la otra sigue esquiva y por no hemos podido rescatarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tu opinión: